Para muchos es ésta una de las mejores películas que se hallan filmado en la Historia del cine o es una de las influyentes en el cine de la segunda mitad del siglo XX. Su cine recoge la influencia formal del existencialismo y la influencia de Victor Sjöströrm destacando su gran sentido plástico, casi pictórico, y el aprovechamiento del blanco y negro, muy característico de sus obras. Sus películas giran en torno a una serie de temáticas que se enmarcan dentro de la muerte, el amor, la soledad -con muchas problemáticas existencialistas, la religión y la superstición -en un tono muy metafísico, en una densidad de diálogos motivados por sus inicios en el teatro.
PERSONA:
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Elisabeth (Liv Ullmann) es una conocida actriz teatral que, durante una representación de la tragedia de Sófocles Electra, se queda sin habla. Es internada en un hospital aunque no sufre ningún tipo de enfermedad y continúa sin pronunciar sonido alguno. Para sacarla de su mutismo, se traslada junto con Alma (Bibi Andersson), su enfermera, a una idílica casa de verano, en una terapia no muy convencional.
Allí se establecerá una relación entre ellas que se convertirá casi en simbiosis. Alma sustituye el silencio de Elisabeth con sus propios relatos, en los que confesará sus más íntimos secretos a la actriz.
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