Tercera parte de la trilogía que el especialista del género George A. Romero comenzó con "La noche de los muertos vivientes" y continuó con "El amanecer de los muertos".
Los zombies se han apoderado del planeta, y el número de humanos se reduce a uno por cada 400.000 muertos vivientes.
Un pequeño grupo de personas, formado por científicos y militares, se refugian en una antigua instalación subterránea del gobierno. Allí intentan contactar sin éxito con otros grupos supervivientes. Mientras, los doctores investigan el origen del fenómeno, y de su posible cura; a la vez que intentan "domesticar" a un muerto viviente al que mantienen encadenado. A medida que pasa el tiempo, las tensiones entre los científicos y los soldados irán creciendo dentro del grupo.
La película recibió el menor entusiasmo crítico de las tres películas filmadas hasta entonces. La visión original de Romero para la película era ambiciosa, pero aceptó un pequeño presupuesto prohibitivo a cambio de la tolerancia de la compañía de producción para una clasificación X. Si él hubiera elegido filmar una película de clasificación R (restricted) entonces habría obtenido siete millones de dólares de presupuesto, pero al elegir una clasificación X, le dieron solamente tres millones y medio. La película resultante fue más pequeña que la concepción original, pero introduce la posibilidad de que los muertos vivientes tengan más capacidades de adaptación de lo que fue creído originalmente. El escrito original era considerablemente más complejo y ambicioso, implicando el entrenamiento de zombis para luchar contra otros zombis. La mayoría de estos temas perdidos fueron trasladados a La tierra de los muertos, del 2005.