Fueron creadas por el fotógrafo Charles Percy Pickering, las “cinco fases de la embriaguez” son una forma divertida de mostrar de qué manera el alcohol afecta la coordinación motora, la apariencia y la actitud del ser humano. En una sesión de apenas cinco fotografías, un caballero digno y de muy buen porte se va deteriorando lentamente hasta terminar en la banqueta.
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Las fotografías fueron realizadas entre 1863 y 1868, y aunque la verdadera historia no pueda ser rastreada, estos retratos de estudio probablemente fueron elaborados con fines educativos para advertir de los peligros del alcohol, encargados por algún “Movimiento por la Templanza”, movimiento social del siglo XIX y XX que era organizado para estimular la moderación en el consumo de bebidas embriagantes o la abstinencia total de las mismas. El sitio de la Biblioteca del Estado de Nueva Gales del Sur, explica: “Posiblemente las fotos fueron encargadas por un grupo de templanza local para fines educativos, las fotografías también pudieron servir como ilustraciones para algún escritor”.
La primera foto de la serie muestra a un hombre – de nombre desconocido – que aparenta un control prudente de todos sus sentidos, posiblemente en las primeras etapas de una borrachera.
Las cosas cambian de forma drástica en la segunda foto, el cuerpo del sujeto parece estar siendo presionado por una fuerza invisible hacia el suelo.
La capacidad de hablar parece haber abandonado al sujeto y la incapacidad de mantenerse de pie probablemente sea el siguiente paso.
Una versión de taxi a casa en 1863 aparece en la foto cuatro: no es nada más que una carretilla de madera (probablemente de aquí salió el chiste de la carretilla).
En la última foto, el borracho finalmente ha tocado fondo. Aparece el brazo de lo que se supone es un oficial de policía y está claro que irá a ir a parar a la cárcel.
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